VALORES EN TIEMPOS DE LA COVID-19

Valores en tiempos de la Covid-19: La clave para el desarrollo social en la pandemia

Justificación
Considero que es muy importante tratar este tema porque podremos analizar y reflexionar la importancia de una responsabilidad social y moral, y el impacto que puede tener ante la Covid19, para que posteriormente esta se refuerce, con el fin de adquirir los valores y actitudes necesarios para saber actuar ante este tipo de situaciones, así como para poder ir contrarrestando los efectos que ha dejado y dejará en la sociedad esta pandemia.

Objetivo
Con esta investigación se busca demostrar que los valores son muy importantes y que tienen un gran impacto ante cualquier fenómeno social, en este caso la pandemia de la Covid-19, que pude ser un impacto negativo a causa de la carencia de los valores o positivo debido a la aplicación de estos en las medidas de seguridad que debemos llevar en esta nueva “normalidad”. Además de causar una reflexión de la importancia de los valores, que se han ido perdiendo en este entorno contemporáneo, para que vuelvan a ser practicados, reforzados e inculcados en la sociedad, con la finalidad de lograr un desarrollo social.

Marco teórico
Para esto debemos de empezar por hablar sobre ¿qué son los valores?

“Un valor es, pues, una cualidad, una propiedad o una característica que, atribuida a acciones, personas u objetos, justifica una actitud positiva y preferencial hacia ellos”. (Vallmajó Riera, L. 2000.)

Partiendo de esta definición nos encontramos con que tenemos un amplio tipo de valores, como son los que señala Vallmajó Riera, L. (2000.): valores estéticos, económicos, intelectuales,
vitales, éticos, religiosos y políticos.

En este trabajo se hablará de los valores éticos o morales, los cuales son aquellos que atribuimos a una acción, y que son ejercidos por una persona “pues son actos conscientes y voluntarios” (Fundación Gustavo Bueno, s.f.).

De acuerdo con Vallmajó Riera, L. (2000), los valores éticos se pueden clasificar de dos formas: valores éticos públicos o cívicos y valores éticos privados o personales. Los valores
públicos o cívicos comprenden: Igualdad, libertad, solidaridad, tolerancia o respeto activo, respeto a la naturaleza, disposición al diálogo, paz, etc.; mientras que los valores éticos privados o
personales comprenden: Amistad, autenticidad, felicidad, placer, ternura, creatividad y profesionalidad.

Lo anterior nos lleva a hablar de la acción moral, para esto debemos de definir moral, la cual viene del latín “moralis” que significa “costumbre”, y que es “el conjunto de las normas que
regulan la acción individual o colectiva correcta.” (Fundación Gustavo Bueno, s.f.). Como podemos observar tanto las acciones individuales como colectivas van estrechamente unidas, pues sin una acción individual no se puede hablar de una acción colectiva. Como vemos estas acciones tienen una gran repercusión en la sociedad, pues primero se empieza por uno mismo para poder generar una acción colectiva. Como ejemplo de esto podemos mencionar un problema que ha
surgido en la pandemia, el cual es el uso de cubrebocas. Cuántas veces no se ha visto en los medios de comunicación que gran parte de la gente no usa cubrebocas, aun sabiendo que es para un bien común. Es aquí donde se empieza a observar una carencia de valores (como el respeto a los demás) y de acciones morales, pues sólo se piensa en uno mismo y no en la gente que nos rodea. Si todos usáramos cubrebocas estaríamos hablando de una acción colectiva, pues todos tendríamos un mismo objetivo, que es el de cuidarnos y cuidar a los demás. Y como comentó Gil Ruiz, A. (2003)
en el artículo Valores y derechos humanos “Si las familias educan a sus hijos en valores humanos, estará asegurando el progreso de la sociedad. Porque estarán asegurando que esas personas sepan respetarse y respetar a los demás sólo por lo que valen por ser Personas. Pero sobre todo estarán poniendo las condiciones para que sus hijos sean felices y sepan hacer felices a los demás”. 

Desarrollo
Actualmente diversos autores han planteado que ha habido una disminución de valores a través de la globalización. Algunos autores como Enrique Rojas (El hombre light) y Gerardo Castillo Ceballos (La ambivalencia de lo light), llaman a este ser sin valores “El hombre light”, el cual “carece de referentes, tiene un gran vacío moral y no es feliz, aun teniendo materialmente casi todo” (Rojas, E., 1992, p.6). Este último autor, en su libro El hombre light: Una vida sin valores,
plantea algunos antivalores que podemos observar en este “hombre light”: a) materialismo; b) hedonismo;                     c) permisividad; d) revolución sin finalidad y sin programa; e) relativismo; y f)consumismo. ” (Rojas, E., 1992, p.8).

En esta pandemia hemos presenciado varios de estos antivalores. Un ejemplo claro del consumismo lo vimos con el caso del papel de baño a principios de la pandemia como una acción egoístamente consumista, o cuando la gente va a los centros comerciales a comprar cosas que son innecesarias; por otra parte, el hedonismo, que el citado autor define como

“pasarlo bien a costa de lo que sea […], lo que apunta hacia la muerte de los ideales, el vacío de sentido […]” (Rojas, E., 1992, p.8)”,

se hizo presente en las fiestas que se han realizado a lo largo de esta pandemia, sin ninguna medida de protección y sin sana distancia.

Como dijo González, J., (2010) en su conferencia magistral El valor de los Valores

“Así como en otros tiempos la esfera de los valores religiosos absorbió el todo, así ahora lo hace la de los intereses económicos, y ciertamente todo esto significa lo que veía Nietzsche -que la nuez de la existencia está vacía-”.

Teniendo en cuenta lo anterior, podemos preguntarnos ¿A qué se deberá que otros países hayan podido controlar más rápido este virus?

Veamos el caso de Uruguay, que “es el país con el menor número de muertes en América Latina” a causa de la Covid-19 (López Feldman, A., et al., 2020, p.107), por lo que analizaremos los mecanismos de acción que han tomado para controlar la pandemia: A pesar de que es “el país de Latinoamérica con la mayor proporción de personas mayores de 65 años (el grupo de mayor riesgo)” (Pelin Berkmen,S. y Che,N., 2020), actualmente, según Pan American Health
Organization (PAHO), en su tabla Cumulative confirmed and probable COVID-19 case reported by Countries and Territories in the Region of the Americas (11 march, 2021), solo tiene 678
muertes y 66,484 casos de contagio por la Covid-19. Implementó prácticamente las mismas principales medidas de protección que otros países como fue: “la cancelación de eventos públicos, cierre parcial de fronteras y la cuarentena obligatoria para los viajeros provenientes de países con
altos niveles de infección, así como […] una campaña de sensibilización sobre buenas prácticas de salud y protocolos de higiene, se ordenó la suspensión de las clases y el cierre de los grandes centros comerciales, y la promoción del uso de mascarillas” (Pelin Berkmen, S. y Che, N.,2020). Sin embargo, Uruguay no hizo obligatorio el confinamiento, y dejó como estrategia la responsabilidad ciudadana. En la entrevista hecha por BBC, el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas dijo que los “resultados positivos en el país, fue la conciencia de los uruguayos de la “virulencia” del coronavirus” y la directora de la consultora de opinión pública Cifra, Mariana Pomies comentó que “Aunque no es obligatorio, la mayoría prefirió quedarse en casa y muchos comerciantes optaron por no abrir porque la gente no iría, especialmente al comienzo de la cuarentena. Esto fue visible aquí en Montevideo y también en el interior del país”. (World Economic Forum and BBC Mundo, 2020).

Citando a Pelin Berkmen, S. y Che, N., “el secreto del éxito uruguayo no es un secreto en absoluto. Consiste en cosechar los frutos de una fortaleza institucional de larga data y el énfasis en la economía del bienestar, la cohesión social y la libertad individual con responsabilidad social. “(3 de agosto de 2020).

Conclusión
Como podemos observar, la responsabilidad social y moral de los habitantes de Uruguay, sí jugó un papel importante ante el control de la Covid-19, lo que no pasó en nuestro país. Es por esto que podemos confirmar que los valores son esenciales para el desarrollo social, y en este caso para superar una pandemia.

Me gustaría dejar a manera de reflexión la frase que dijo Rojas, E., (1992, pág.95) en su libro El hombre light: una vida sin valores: “Una vida sin valores queda reducida a un programa cuyo argumento carece de unión […] Sin embargo, sí existe la solidaridad y su consolidación en el hombre actual, que es consciente de su estado de microcosmos, pero que es capaz de unirse con otros en un proyecto común para hacer un mundo mejor, en el que prime el amor, el trabajo y la cultura.”.

Alumna: Alejandre Osorio Sophia Elizabeth     
Correo Electrónico: alejandreo.sophiae.p8@gmail.com 
Grupo:501                 
Grado: Quinto grado. 
 
Asesores: 
Luna Fierros Ana Karen. 
Materia: Historia de México II 
Correo Electrónico: ana.luna@enp.unam.mx
Valdés Rodríguez Alexis Raziel. 
Materia: Orientación Educativa V
Correo Electrónico: alexis.valdes@enp.unam.mx
 
 
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